Somos victimas -pensaba yo- de un doble espejismo.
Si miramos afuera y procuramos penetrar en las cosas, nuestro mundo externo pierde en solidez, y acaba por disiparsenos cuando llegamos a creer que no existe por si, sino por nosotros.
Perso si convencidos de la intima realidad, miramos adentro, entonces todo nos parece venir de fuera, y es nuestro mundo interior, nosotros mismos, lo que se desvanece.
¿Que hacer entonces?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario