hoy despues de todo, supuse que no te harias desear.
Estubiste como me imagine, como solias hacerlo cuando era chico.
Te dejaste notar en las casualidades, en aquellos caballos en la pared.
En el restaurant que tapo tus pinturas, en la cocina del hotel.
Hoy se que los milagros siguen existinedo en esos pequeños detalles.
en esos pequeños milagros, como cuando me enseñabas a dibujar.

Mama Almodovar, se habia vuelto de chile vacia, pero volviendo a ver las fotos te vio, en aquella plaza de antaño.
Ahora estamos seguro que estas, estamos seguro que seguis tramoyando de las tuyas.
de guante blanco y de pincel fino