Cuando uno se acostumbra a la soltería y la postura necesaria para mantenerse frente ante los ataques de ésta, cuesta mucho volver a ponerse en el papel de novio, pareja o concubino.El tema es el siguiente: uno amó, creyó, se entregó y luego le rompieron el corazón.
Suena lógico que la primer reacción ante un estímulo externo, que implique más compromiso que una noche de verano, sea cubrirse en el papel de soltero independiente, super poderosa y sin sentimientos.
La realidad es que por dentro solemos morir de ganas de conocer a una persona que nos quiera como queremos que nos quiera, que nos cuide, que nos malcríe, que nos dé algo más que un par de abrazos y besos.
Pero da miedo.
Porque uno aprendió y se prometió a sí misma nunca más volver a caer en esa trampa.
Porque ya pasó por la de "te llamo" seguida por un silencio de tumba.
Porque ya conoce la historia de los amigos con derecho a roce que terminan en amores no correspondidos.
Entonces llega alguien diferente, que se juega por vos, que te dice que te quiere, y lo dice de verdad, y te cuida y se pone las pilas.
Y es lógico que al principio uno se niegue. Cuesta creer que haya alguien que realmente sienta todas las cosas que dice. Porque uno está acostumbrado a escuchar palabras vacías. Porque uno tiene el autoestima lastimado.
Pero, aunque se resista, si el otro insiste, apenas un poco, la cáscara se rompe y entra como agua contenida que de golpe es liberada. (anque aveces queden retasos de aquel solteron que no le importaba nada) Y pasa el tiempo, y después de un tiempo uno se da cuenta de que valía la pena.
Todo.
Vivir la soltería con los dolores que implica. Conocer a todas esas personas antes de elegir a una sola. Disfrutar de las etapas a medida que suceden. Porque al final una encuentra esa persona que hace que tu hogar esté donde esté él. Porque uno aprendió (o es lo que se intenta en el camnio, se que todabia me cuesta ser el "novio" no por rotulos sino por mi forma de ser) y ahora elige mejor.
Porque los códigos internos que se generan, las risas que se comparten, las miradas que se conocen, valen la pena.Y no, no festejo San Valentín. No festejo estar enamorada de él sólo este día. No espero un gesto grandilocuente de su parte cada 14 de febrero. Me alcanza con los gestos chiquitos que tiene todos los días. Con que sepa instantáneamente cuando no estoy bien; que me abrace cuando lo necesito; que baje la musica que me gustan. Me alcanza con que se esfuerce todos los días por hacerme sonreír, al menos unos segundos. Porque eso basta. Basta para mi.
aunque mi conducta sea como la de un niño de 12 años celosos (no lo demuestro pero mucha veces son celos los que hacen mis reacciones y a eso sumale el plus del todo lo se) quiero que sepas que no quiero mas terceros en discordias, y se que aunque sea celoso es muy pequeña la dosis ya que siento como me amas todos los dias , y por eso es la cxonfianza que te tengo.
iloveyoudarling
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario